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lunes, 23 de mayo de 2011

DAR DE COMER A LAS PALOMAS: UNA COSTUMBRE INTERNACIONAL

Casi todos, en algún momento de nuestras vidas, normalmente en nuestra infancia o en la vejez, hemos echado migas de pan, gusanitos, ... a las palomas. Nos inculcan desde pequeños símbolos como el de la paloma de la paz, que nos pueden hacer pensar que estas aves sólo nos traen cosas buenas. Las palomas, al igual que el resto de las aves tienen su papel importante dentro de los ecosistemas, y es motivo de preservarlas como especie.
Por otro lado, conocemos sus efectos perjudiciales sobre las fachadas de monumentos históricos, de nuestras viviendas,... debido a sus defecaciones ácidas. Además, se ha observado últimamente que son portadores y transmisores de parásitos hematófagos como pulgas y garrapatas.
Por si ésto fuera poco, se ha realizado un estudio del cual se han relacionado directamente los avisos para exterminar ratas en una ciudad con la administración de comida de aves por parte de propietarios de viviendas o viandantes. De hecho, un 28% de las llamadas para exterminar ratas en una zona se corresponde con la actividad de profesionales del control de plagas para retirar comida para aves.
En conclusión, aquellas personas que se dedican a dar de comer a las aves como entretenimiento o sentimiento de una buena acción social o para el bienestar animal, que se retengan, ya que contribuyen a aumentar la presencia de ratas en las zonas urbanas, con el riesgo sanitario que supone la presencia de estos roedores, portadores de muchas enfermedades transmisibles a las personas.

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