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martes, 17 de mayo de 2011

EFECTOS DEL CAMBIO CLIMÁTICO SOBRE LAS PLAGAS

Estamos cansados de recibir noticias catastrofistas sobre el impacto del cambio climático en el medio ambiente. Pero también es cierto que es una realidad, que avanza inexorablemente hacia un final todavía incierto.
Personalmente tengo claro que somos la especie más dañina para la vida fruto de la evolución; la naturaleza a veces no es tan sabia. Sin embargo, superando la visión antropocentrista, estamos dentro de edades geológicas; por lo que el daño que estamos realizando en el planeta, será reparado con el tiempo. La pena es el dolor y sufrimiento que todavía queda por llegar a millones de seres vivos, incluidos los humanos.
Centrándonos en lo que se refiere a los efectos a corto plazo que se preveen por el calentamiento global, sobre el comportamiento de las plagas, es obvio destacar:
  • Uno de los factores determinantes para el crecimiento y reproducción de los seres vivos, incluidas las plagas, es la temperatura; por lo que un incremento de la temperatura global, tendrá como efecto directo la expansión de muchos vectores dañinos para la salud pública (nuestros animales y cultivos, también).
  • Este calentamiento junto a la escasez de masas de agua potable cada vez más acuciante, producirá movimientos migratorios masivos, por ejemplo, desde países del continente africano hacia otros destinos. Dificultando el control de las plagas y aumentando el desarrollo de enfermedades en los países desarrollados.
Solución: Ninguna, porque eso implicaría que los "países del primer mundo" se pusieran de acuerdo para frenar su desarrollo industrial o centrarse en buscar otras formas menos destructivas para el planeta para seguir con los objetivos industriales.

¿POR QUÉ SON MENOS EFICIENTES LOS RODENTICIDAS EN ALGUNOS LUGARES?

Es cierto que el uso de ciertos rodenticidas de segunda generación, como son el brofifacoum y la bromadiolona, en lugares o instalaciones donde abudan los piensos para animales, la supervivencia de los roedores no se ve alterada.
El motivo que algunos aseguraban era la composición de estos piensos. Como bien es sabido, la vitamina K se utiliza como antídoto para combatir los síntomas de falta de coagulación por ingestión de estos rodenticidas (anticoagulantes); sin embargo, se ha comprobado que la vitamina presente en los piensos de animales es la K3, y no la K1 (antídoto). Ni siquiera aumentando considerablemente la concentración de vitamina K3 se ha visto alterada la supervivencia de las ratas a los anticoagulantes o la resistencia de los ratones.
Como conclusión, pensaríamos que deben existir otros factores que justifiquen la baja eficiencia de los anticoagulantes de segunda generación, como el uso intensivo de cebos, utilización de rodenticidas de poca potencia o baja apetencia, grandes cantidades de alimentos alternativos disponibles para los roedores o recolonización desde zonas colindantes.