Los ciudadanos de los países “desarrollados” pasamos entre el 70 y el 90% de nuestro tiempo en espacios cerrados. El aire es nuestra constante, estamos rodeados por el aire. Es nuestra fuente de vida, pero contribuye también a nuestro debilitamiento, porque el aire que respiramos cada secundo está contaminado.
Al contrario de lo que se piensa, el aire de los lugares cerrados está más contaminado que el aire exterior, porque el aire interior está confinado. Lo que aumenta la concentración en contaminantes en el aire como son las bacterias, virus, humo, polvo, partículas odorantes, alérgenos, polen, acáridos, COV, son partículas en concentración alta que lo contamina. Añadamos a esto los solventes y el gas emanante de los productos domésticos, la contaminación por el ser humano y pues el aire “fuente de oxigeno” se transforma en “fuente de problemas”.
Éstos contaminantes son responsables de problemas de salud pública, pero hay que tener en cuenta además a la contaminación odorante. Esta última está extendida pero poco conocida. En efecto, somos pocos informados sobre los riesgos liados a los olores. De hecho, es la inhalación de componentes orgánicos volátiles (COV) que crea esta sensación de olor. Más a menudo, estos COV tienen altos niveles de toxicidad para la salud.
Al respirar un aire sucio en nuestros lugares de vida, destruimos nuestro capital de salud. Con niveles frágiles en los primeros tiempos: nausea, falta de concentración, dolor de cabeza (síntomas característicos del síndrome del edificio enfermo); y rápidamente los riesgos se empeoran. Respirar un aire contaminado lleva a desordenes respiratorios, de desordenes digestivos, ciertos casos de cáncer, y de alergias.
Por todo ello, PLAGISER, recomienda la instalación de equipos para limpiar el aire en espacios confinados de las bacterias, de los mohos y otras partículas perjudiciales para la salud. La segunda ventaja que ofrecen estos equipos es la desodorización de las zonas en las cuales está instalado. Autónomo y portátil, puede ser instalado en todas las habitaciones o habitáculos que requieran purificación.
El equipo recomendado por PLAGISER integra un principio de funcionamiento patentado que combina 2 fases: una filtración seguida por la acción fotocatalítica, destruyendo los contaminantes. El aire aspirado por el filtro carbón activo fija los polvos formados por partículas grandes (alergeno, polen, fibras…) y adsorbe los componentes orgánicos volátiles y los componentes químicos. Sufre enseguida la acción fotocatalítica que permite destruir los contaminantes, actuando en las moléculas fijadas por el filtro pero también en los que los traspasan. Este proceso está reforzado por el uso de lámparas Uvc y el efecto germicida que permite la esterilización completa del aire.
Para más información, se pueden poner en contacto con PLAGISER, donde se le explicará más detalladamente su funcionamiento, instalación y presupuesto. Existen distintos modelos para adaptarse a sus necesidades.
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